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Gorki

viernes, marzo 03, 2006

Calor

El calor, muchas veces, encabrona. En Barranco está haciendo un calor de la chingada. Especialmente al mediodía. No puedo decir a cuántos grados estamos, lo único que sé es se me antojan unas chelas y camarón con chile blanco. Pero encabrona porque pega sabroso y uno no puede hacer nada. En la oficina del Imparcial, periódico donde trabajo, no hay aire acondicionado. Sólo unos ventiladores que hacen tanta bulla que aturden. Nadie los soporta; bueno, nos tenemos que aguantar porque es una de dos, o el calor o el ruido. Aun así, el pinche calor sofoca. No podemos salir de la oficina así nomás, a echar chelas. Me gustaría. Además tenemos que terminar nustras notas y esperar a que el editor las lea. Después sí, a echarse unas chelas. Lo hicieron por mucho tiempo unos compañeros, por varios meses, hasta que les quisieron poner un alto. Hicieron caso, pero a veces se pasan las recomendaciones por el culo. A uno de ellos lo tuvieron que llevar a alcohólicos anónimos. Que chinga. En esa ocasión los habían mandado a cubrir una rueda de presna que iba a dar un diputadillo, de esos que se candidatean para gobernador sin pedirle permiso al mero mero, a Pedro Solórzano. Salieron temprano de la redacción del periódico y no regresaron sino hasta el siguiente día, sin la nota, por supuesto. Tuvimos que esperar el boletín de prensa que nos enviaron de la oficina del diputado. Una mierda. Ya saben, ensalzando la labor social de quien se roba nuestra paga. Resctamos dos que tres ideas, no tan lambisconas, e hicimos la nota.
Al siguiente día, los compañeros reporteros llegaron bien crudotes con la historia de un ciego, que les parecía mejor que las ficciones políticas. Ese pinche Pedro Solórzano, me cae, sabe armar mitotes. En la radio, muy tremprano, concedió una entrevista para deslidnarse y, de paso, meterle una buena regañada al diputado. Se llama, el diputado, José Armendáriz Bonilla.
Total, espero que hhoy sí, a pesar de la información y gracias al canijo calor, pueda echarme unas chelas en Las Pepitas. Hace tiempo que no lo hago entre semana porque me está creciendo una panza de la chingada. Sólo los fines de semana me doy gusto. Aunque, lo he estado pensando, chingue su madre la barriga. No soy metrosexual.


 
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